Siento la necesidad urgente
de tomar posición al respecto del conflicto que, gracias a la lucha de los
estudiantes secundarios el año 2006, ha tenido el lugar que le corresponde en
la problemática social.
Como punto aparte y como anarquista
militante, no puedo hacer el análisis abandonando el ideal libertario que cada
día toma más fuerza y se posiciona como motor de las luchas sociales.
Desde años que el anarquismo en chile
discute sobre la educación, la escuela, la universidad, etc. Son diferentes
posturas que se enfrentan. Hay quienes quieren la destrucción de la escuela
porque la consideran una institución carcelaria y hay quienes sostienen que la
educación debe desarrollarse en libertad, sin imposiciones de dogmas ni
adoctrinamientos. Desde los dos sectores varían las posturas y las propuestas
que casi siempre convergen en apartarse del movimiento estudiantil, por
considerarlo reformista, burocrático, poco horizontal, etc.
Ante esto no debemos olvidar que el
movimiento estudiantil no lo hacen las federaciones estudiantiles, ni las
coordinadoras, ni los colectivos. Es el movimiento estudiantil quien hace a las
federaciones, coordinadoras y colectivos. Es el movimiento estudiantil la base
de todo y todas las asociaciones que nacen de este, son pequeñas células que
componen un gran cuerpo.
La organización que hoy se muestra como
“representante” es la CONFECH pero esta organización no tuvo nada que ver con
el movimiento estudiantil del año 2006, que fue el que puso el tema de la
educación en boca de todas las gentes trabajadoras. Y hoy la CONFECH es parte
de ese impulso que no inició, como en el futuro será otro el escenario
organizativo. Todos los grupos estudiantiles aportan al movimiento en distintos
tiempos, de diversas formas.
Se cae en un error cuando se piensa que
el discurso de tal presidente, de tal federación es el discurso del movimiento.
Quien lo pone en calidad de líder y dirigente, es quien toma sus opiniones como
tales.
Del mismo modo, la demanda “educación
pública” no es una demanda exclusiva de la CONFECH ni del movimiento
estudiantil. Debemos comprender que la problemática estudiantil es parte de la
problemática social cuyo origen es la lucha de clases.
Cuando comprendamos nuestro rol en la
lucha de clases, es que comprenderemos nuestro rol como estudiante, como
trabajador, como poblador, como ser humano pensante y revolucionario. Así
daremos pasos certeros en el largo camino hacia la revolución social.
Los anarquistas no somos una traba en la
lucha de clases, damos leña y aportamos para que se desarrolle, avanzando por
las transformaciones que nos acercan a la emancipación social.
La educación es un proceso donde se traspasa
conocimiento, donde se reflexiona y nacen nuevas ideas, donde se evoluciona.
Este proceso no puede entenderse como mercancía, es por ello que la educación
es pública, es decir, es de todos y todas.
La primera conquista será entender la
educación como una necesidad básica del ser humano, y de esta manera se
sentaran las bases para que su desarrollo sea libre, sin adoctrinamientos ni
dogmas, con escuelas o sin ellas.
Nos vemos en la calle, en la marcha,
porque la conquista que nace en la cabeza, se expande al plano de las
realizaciones materiales.
*El año 2015, Con motivo de realizarse
una marcha,
publique un escrito sobre este tema.
He tomado parte de él y lo
vuelvo a publicar,
para contextualizarlo a cualquier marcha
o discusión sobre
el movimiento estudiantil.
- Ismael Libertad -
- Un Skaldik -