Skaldik instalando los instrumentos en el festival de Calama. |
En diciembre de 2015 salimos de gira hacia Perú, Ecuador
y Colombia. En mitad de la gira pensamos que al volver a Santiago podríamos tocar
en el norte de Chile. Así fue que contactamos a la banda Yachaskay de Calama
para ver la posibilidad de tocar en esa ciudad. Yachaskay y otras bandas están en
la asociación de músicos independientes de Calama (MICA). Ellos se mostraron
solidarios con nosotros y organizaron para el sábado 13 de febrero de 2016 un
festival.
Nosotros apoyamos todas las iniciativas organizativas de
las bandas, aunque tengamos diferencias al entender los conceptos:
independencia y autogestión. Sea cual sea la forma de trabajo se valora que los
músicos salgan de los escenarios y se organicen.
Para el festival se estaba ocupando amplificación de la corporación
de cultura y turismo de Calama. Además, la gente de esta institución estaba
manipulando los equipos y haciendo de “organizadora” del festival, haciendo el
orden de bandas y dando los tiempos para tocar.
En el escenario pusieron dos pendones haciéndose publicidad
mientras las bandas tocaban. Cuando llego el momento de nuestra presentación,
que era la última del festival, pusimos nuestro lienzo y quitamos los pendones
de la corporación y la municipalidad. En eso se acerca un personaje de esta institución
y nos dice “tienen 25 minutos para tocar” siendo que todas las bandas habían tocado
más de 30. Luego sube al escenario para poner los pendones y nos dice que si no
están los pendones no podemos tocar. Le dijimos que los pusiera abajo porque
mientras tocábamos no queríamos hacer publicidad a la municipalidad y a ninguna
institución. A lo que responde “entonces los bajo” ¡a nosotros! ¡al grupo musical y no a los pendones!. El personaje se baja del
escenario y desde la mesa de sonido que estaba a varios metros de ahí toma un micrófono
y dice “Skaldik no esta en condiciones para tocar, el evento se da por finalizado”. En ese momento me baje del escenario y fui a pedirle el micrófono
para explicar lo que de verdad había pasado pero no me dejo. Así es que levante
la voz para explicar a l@s asistentes pero el personaje puso música y comenzó a subir el volumen para que nadie
escuchara.
No le basto con obligarnos a hacer publicidad a la municipalidad,
sino que además mintió sobre porque no tocábamos y cuando quisimos dar nuestra versión,
nos hizo callar. Un triple yugo dictatorial ejercido por un ser humano absorbido
por una institución que dice apoyar la cultura. Nos preguntamos si estas
instituciones están por la cultura o por ellas mismas, al parecer la institución
termina siendo la cultura y todo lo que esta fuera de ella se trata como
basura. Como cuando un músico toca para juntar dinero para una causa y se da
cuenta que la causa es el dinero. El medio se termina posicionando como fin.
Los músicos al no tener los medios para organizar un
evento utilizan las instituciones que los terminan absorbiendo; las
instituciones terminan utilizando a los músicos. Así funciona el sistema. La
piedra que le tiran al capitalismo termina en las vitrinas comerciales para
seguir alimentándolo.
Nosotros podíamos ir recorriendo miles de kilómetros para
tocar en Calama pero no íbamos a hacerle publicidad a ninguna institución. Somos
seres humanos y tenemos principios que haremos saber y respetar.
Esperamos que este escrito lleve a la reflexión a los músicos
que trabajan con estas instituciones.
Por último, quiero agregar que estas instituciones funcionan
con dinero de todo un pueblo: Deben responder a él, y no al revés: el pueblo no
debe responder a ellas. Pero esto va a seguir ocurriendo mientras no nos
organicemos en asociaciones libres, autónomas, independientes y federalistas.
Organizaciones que tomen lo que les pertenece por derecho histórico. Sin
dictadores, sin censura, sin publicidad ¡VIVA LA ASOCIACIÓN DE MÚSICOS
INDEPENDIENTES!
-Un Skaldik-